jueves, 27 de noviembre de 2008

Situación Actual de la Ciencia y la Técnologia en Venezuela

Uno de los problemas centrales, frecuentemente soslayado en el debate, es el obvio desideratum que deben enfrentar los países que han llegado tarde al siglo XX. Por dos o tres décadas nos inscribimos, como otras naciones latinoamericanas, en un modelo "lineal" que postulaba que para lograr el desarrollo de capacidades tecnológicas era menester alcanzar primero un cierto grado de dominio sobre la ciencia. Una "masa crítica" de investigadores básicos sería el motor fundamental que nos llevaría a la generación de tecnologías propias que a su vez impulsarían un desarrollo económico autónomo y sostenido.

La importancia del papel que deben desempeñar la ciencia y la tecnología es cada vez mayor. La evolución de las sociedades modernas requiere, de manera fundamental, la incorporación de los resultados obtenidos por la investigación científico-tecnológica. Es posible observar, en este sentido, como dentro del pensamiento económico contemporáneo hay una señalada tendencia que asimila el crecimiento a un proceso de constante transformación de las tecnologías disponibles y usadas en la actividad productiva. Igualmente, la importancia que las teorías tradicionales concedían a la acumulación del capital ha ido cediendo su lugar, poco a poco, al énfasis puesto en el cambio tecnológico. Diversos estudios llevados a efecto en distintos países industrializados permiten concluir que la influencia causal de la acumulación de capital y del aumento de la fuerza de trabajo en el crecimiento económico de esas naciones, no ha sido tan determinante como la influencia de las transformaciones experimentales a nivel de la productividad debido a la continua incorporación de innovaciones tecnológicas.

La sociedad venezolana se desenvuelve ligada en determinado grado a la evolución de la ciencia y la tecnología, esto es, requiere de la incorporación de los resultados obtenidos por la investigación científico-tecnológica a fin de poder marchar dentro del tipo de desarrollo que tiene trazado. Nuestro problema de estudio es determinar cuál es el papel que juegan la ciencia y la tecnología nacionales en relación con otras actividades socio-económicas y a la sociedad global. Para llegar a ciertas conclusiones se parte de la idea de que la ciencia y la tecnología nacionales tienen una posición, una función y una significación, derivadas de la situación global del país. Es decir, se piensa que el tipo de relaciones que se establecen entre la actividad científica y otras actividades sociales impiden o limitan el desarrollo de la ciencia y su incorporación en la sociedad.

Para poder conocer esta relación entre la actividad de investigación y otras actividades socio-económicas comenzaremos por:

a.- Describirla (fase descriptiva) a fin de mostrarla en términos de su constitución, de las funciones que cumple y de los recursos de que dispone y luego someter a prueba el conjunto de hipótesis sobre la posición, la función y la significación de la investigación científica y tecnológica en relación a la sociedad venezolana y con algunas de sus actividades y procesos, (la situación de la actividad de investigación en relación a la actividad socio-económica).

b.- Estudiarla en función de algunos aspectos y procesos particulares que han intervenido en la situación descrita.

Venezuela y sus realidades económicas

Con la debida licencia de Kjun, la economía venezolana tiene frente un "paradigma" diferente a aquel del cual derivó los objetivos y reglas de comportamiento a lo largo de los últimos treinta años.

Obviamente, la industria nacional debe acoplarse al cambio de fines y reglas. La industria sobreprotegida por la ayuda pública, la de mercado cerrado, la ineficiente, debe darle paso a la industria que se vale por sí misma, que puede producir para un mercado abierto, que puede exportar. Esto es lo que en los círculos oficiales se llama reconversión, suerte de "perestroica", que apunta hacia la transformación, desde sus bases, de la estructura industrial venezolana y que envuelve, desde luego, cambios esenciales en la concepción y conducción tanto del gobierno, como de la empresa. La competitividad es la desideratum tanto de la nueva industria nacional como de la Administración Pública. Pero estamos hablando de la verdadera competitividad, no la que se esconde tras falsas ventajas, mano de obra barata y moneda blanca, sino de aquella soportada por la creación de ventajas competitivas fundamentadas en la capacidad innovadora.

Hasta ahora, la preocupación del país por el desarrollo de su capacidad de innovación ha estado, por decir lo menos, en un segundo plano. Si es cierto que esto debe cambiar, vale la pena hacer algunas consideraciones teóricas que nos permiten establecer que significa disponer de capacidad para innovar y cual es el papel de la empresa y cual el del sector público en el desarrollo de tal capacidad.

No hay comentarios: